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"Predicar es la actividad más asombrosa y emocionante que uno puede emprender."
"Puedo perdonar al predicador casi cualquier cosa, con tal que me deje con alguna idea de la grandeza de Dios. Si me deja vislumbrar algo de la majestad de Dios, Su gloria, y la magnificencia del evangelio, le estaré eternamente agradecido."
Dr. Martyn Lloyd-Jones
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